Cakes for the Community: Waipahu Church’s Baking Outreach

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The Waipahu church bake night/bake marathon was a joint activity between the Pathfinders, youth, women's ministries, and personal ministries. The goal initially was to connect the generational gap in the church. What better way to do that than cooking and eating together? Food brings people closer together, and Waipahu church is blessed with good cooks and bakers. 

The members got together and made 18 pineapple pies, along with handmade Thanksgiving cards, and distributed them to neighbors surrounding the church. The Pathfinder troop helped distribute the pies after their canvassing the following morning. It was a wonderful experience for everyone. The bake night not only gave the church family a chance to connect with one another, it also allowed them to connect with their community. 

It was a great feeling to give something to our neighbors with no strings attached. Sometimes we only go out to our neighborhood when we want to invite them to our church events, and it shouldn't be that way. We were able to tell stories and exchange names and telephone numbers with some of our neighbors. This Thanksgiving was extra special because of this experience, and we hope to do more things like it in the future. 

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By Lyma Rose Acosta

 

 

 

Pasteles para la comunidad: ministerio de repostería de la iglesia Waipahu

La noche de horneado de la iglesia de Waipahu fue una actividad conjunta entre los Conquistadores, los jóvenes, el ministerio de la mujer y el ministerio personal. Inicialmente, el objetivo era conectar la brecha generacional en la iglesia. ¿Qué mejor manera de hacerlo que cocinando y comiendo juntos? La comida une a las personas y la iglesia de Waipahu ha sido bendecida con buenos cocineros y panaderos. 

Los miembros se reunieron e hicieron 18 pasteles de piña, junto con tarjetas de Acción de Gracias hechas a mano, y las distribuyeron a los vecinos de la iglesia. La tropa de Conquistadores ayudó a distribuir los pasteles, después de su encuesta, a la mañana siguiente. Fue una experiencia maravillosa para todos. La noche de horneado no solo le dio a la familia de iglesia la oportunidad de conectarse entre sí, sino que también les permitió conectarse con su comunidad. 

Fue una gran sensación dar algo a nuestros vecinos sin condiciones. A veces solo salimos a nuestro vecindario cuando queremos invitarlos a los eventos de nuestra iglesia y no debería ser así. Pudimos contar historias e intercambiar nombres y números de teléfono con algunos de nuestros vecinos. Ese Día de Acción de Gracias fue muy especial debido a esa experiencia, y esperamos hacer más cosas como esa en el futuro. 

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Por Lyma Rose Acosta