La Sierra University Charts Path Toward Growth

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Heading into 2024, La Sierra University is charting an upward trajectory based on enrollment targets, with near-term strategic investments in personnel, increased salaries, scholarships, software upgrades, and athletics initiatives.

On Jan. 29, the university’s board of trustees voted a budget and funding for the remainder of this fiscal year ending June 30 and two years through 2025-26. University leadership also drafted a follow-on aspirational plan through 2028-29 for a total five-year proposed strategic document focused on La Sierra’s growth. On Jan. 30 the plan was presented by La Sierra University Interim President Richard Osborn during a campus town hall at the Zapara School of Business. 

The proposed multi-year strategy aimed at supporting employees and boosting enrollment was developed during eight meetings over the past two months of a campus leadership group consisting of top administrators, vice presidents, and deans of the university’s three schools and its college. The university’s fall 2023 enrollment stood at 1,614, while student retention between fall and winter quarters this school year clocked in at its highest rate in five years.

“The diligent work of the university administrative team under Richard Osborn’s guidance has been outstanding,” said Bradford C. Newton, chair of the La Sierra University Board of Trustees. “We have approved the budget and funding plan for two more years, and we have high confidence in the university’s potential for growth. The inclusion of key campus leaders in this pivotal undertaking was a major factor in getting this work done. Now we may proceed with a multi-year strategy, which lays a roadmap for the university’s future. We are grateful for the deep well of knowledge and insights the team brought to this process.”

The board-approved plan for finishing the 2023-24 year calls for an immediate $1.5 million investment in marketing, student onboarding initiatives, and information technology upgrades for more fully automated enrollment and registration, with key personnel additions and some salary increases. New hires will include refilling four vacant marketing positions, an alumni director’s post, and an associate provost’s position, and fully funding a Diversity, Equity, and Inclusion officer’s post, among others. 

Proposed investments over the next two fiscal years will cover new athletics initiatives such as new sports teams and athletics scholarships increases, the beginning of university-wide salary increases, continued investments in IT and student onboarding, and a reduction in academic costs.

An increased drawdown on gains from the university’s two quasi endowment funds, net income from university-owned land leases, and the sale of two university-owned, off-campus houses will fund costs for investments over the approved budget years through 2025-26, without touching the corpus of the land endowment.

The five-year strategy details how the university’s $10.2 million deficit will be reduced each year, aided by drawdowns on endowment gains to reach deficit elimination by 2027-28. The current budget challenge was created by several years of enrollment declines, which led to a large budget deficit this year. Going forward, successful budget performance is contingent upon the achievement of 10% financial full-time equivalent enrollment gains annually beginning in the 2024-25 fiscal year that starts July 1. If enrollment targets come in under 50% of any year, the plan calls for immediate adjustments at the end of the fiscal year toward balancing future budgets. 

 

Cash flow

Underpinning the university’s pivot is one of the largest endowments among Adventist universities and other faith-based universities. It consists of $140 million, mostly made up of two quasi endowments, which are unrestricted at the discretion of the board, and $27 million in a restricted endowment that largely goes for specified student scholarships. The institution also benefits from ground leases on three large apartment complexes, which provides almost $2 million on an annual basis. 

The institution has $14 million in cash reserves. All of these funds draw in considerable earnings each year, which have contributed $55 million since 2007 to the institution’s budget. 

“Let me emphasize that La Sierra University probably has, next to Loma Linda University, the strongest cash financial position of any Adventist university,” Osborn iterated in his town hall presentation.

He noted his parents’ path through Adventist education to graduate from La Sierra College before and after World War II. His mother’s father, Walter Lawson, ran the La Sierra College Press. “I think God was behind all of that and I know that God can help us find the answers to these challenges,” he said. “And I think I've seen the workings here through this kind of proposal.”

 

 

 

La Sierra University traza derrotero hacia el crecimiento

De cara a 2024, La Sierra University está trazando una trayectoria ascendente basada en los objetivos de inscripción, con inversiones estratégicas a corto plazo en personal, aumento de salarios, becas, actualizaciones de software e iniciativas deportivas.

El 29 de enero, la junta directiva de la universidad votó un presupuesto y fondos para el resto del año fiscal que finaliza el 30 de junio y dos años hasta 2025-26. El liderazgo de la universidad también redactó un plan aspiracional de seguimiento hasta 2028-29 para un documento estratégico propuesto de cinco años centrado en el crecimiento de La Sierra. El 30 de enero, el presidente interino de la universidad, Richard Osborn, presentó el plan durante una reunión pública en la Zapara School of Business. 

La estrategia plurianual propuesta para apoyar a los empleados y aumentar la matrícula se desarrolló durante ocho reuniones durante los últimos dos meses de un grupo de liderazgo del campus formado por los principales administradores, vicepresidentes y decanos de las tres escuelas de la universidad y su facultad. La matrícula de otoño de 2023 de la universidad se situó en 1.614, mientras que la retención de estudiantes entre los trimestres de otoño e invierno de este año escolar registró su tasa más alta en cinco años.

«El trabajo diligente del equipo administrativo de la universidad bajo la dirección de Richard Osborn ha sido sobresaliente», dijo Bradford C. Newton, presidente de la Junta Directiva de la universidad. «Hemos aprobado el presupuesto y el plan de financiamiento por dos años más, y tenemos una gran confianza en el potencial de crecimiento de la universidad. La inclusión de líderes clave del campus en esa empresa fundamental fue un factor importante para llevar a cabo ese trabajo. Ahora podemos proceder con un derrotero plurianual, que establezca una hoja de ruta para el futuro de la universidad. Estamos agradecidos por el profundo conocimiento y las ideas que el equipo aportó a ese proceso».

El plan aprobado por la junta para terminar el año 2023-24 requiere una inversión inmediata de $1.5 millones en marketing, iniciativas de incorporación de estudiantes y actualizaciones de la tecnología de información para una inscripción y registro más automatizados, con adiciones de personal clave y algunos aumentos salariales. Las nuevas contrataciones incluirán la reposición de cuatro puestos vacantes de marketing, un puesto de director de exalumnos y un puesto de rector asociado, y la financiación completa de un puesto de oficial de Diversidad, Equidad e Inclusión, entre otros. 

Las inversiones propuestas para los próximos dos años fiscales cubrirán nuevas iniciativas de atletismo, como nuevos equipos deportivos y aumentos de becas de atletismo, el comienzo de aumentos salariales en toda la universidad, inversiones continuas en TI e incorporación de estudiantes, y una reducción en los costos académicos.

Una mayor reducción de las ganancias de los dos fondos de cuasi dotación de la universidad, los ingresos netos de los arrendamientos de tierras propiedad de la universidad y la venta de dos casas fuera del campus propiedad de la universidad financiarán los costos de las inversiones durante los años presupuestarios aprobados hasta 2025-26, sin tocar el corpus de la dotación de tierras.

La estrategia de cinco años detalla cómo se reducirá el déficit de $10.2 millones de la universidad cada año, con la ayuda de las reducciones en las ganancias de dotación para alcanzar la eliminación del déficit para 2027-28. El desafío presupuestario actual fue creado por varios años de disminución de la matrícula, lo que llevó a un gran déficit presupuestario este año. En el futuro, el desempeño exitoso del presupuesto depende del logro de un aumento del 10% en la matrícula equivalente a tiempo completo financiero anualmente a partir del año fiscal 2024-25 que comienza el 1 de julio. Si los objetivos de matrícula están por debajo del 50% de cualquier año, el plan exige ajustes inmediatos al final del año fiscal para equilibrar los presupuestos futuros. 

 

Flujo de caja

Apuntalando el giro de la universidad se encuentra una de las mayores dotaciones entre las universidades adventistas y otras universidades religiosas. Consiste en 140 millones de dólares, en su mayoría compuestos por dos cuasi dotaciones, que no tienen restricciones a discreción de la junta, y 27 millones de dólares en una dotación restringida que se destina en gran medida a becas estudiantiles específicas. La institución también se beneficia de los arrendamientos de terrenos en tres grandes complejos de apartamentos, lo que proporciona casi $2 millones anuales. 

La institución tiene 14 millones de dólares en reservas de efectivo. Todos esos fondos generan ganancias considerables cada año, que han contribuido con 55 millones de dólares desde 2007 al presupuesto de la institución. 

«Permítanme enfatizar que La Sierra University probablemente tiene, junto con Loma Linda University, la posición financiera en efectivo más sólida de cualquier universidad adventista», reiteró Osborn en su presentación.

Destacó la experiencia de sus padres a través de la educación adventista para graduarse de La Sierra College antes y después de la Segunda Guerra Mundial. El padre de su madre, Walter Lawson, dirigía La Sierra College Press. «Creo que Dios estaba detrás de todo eso y sé que Dios puede ayudarnos a encontrar las respuestas a estos desafíos», dijo.