Living With Cancer Creates a Mission

LEA ESTE ARTÍCULO EN ESPAÑOL

Pam Ramsey, a Roseville church member, shares her journey: “In October of 2014, I went for my yearly mammogram. A few days later, I got a call from my doctor saying I had breast cancer. I had just retired from teaching a year before and was enjoying a good life with my children and grandchildren. It was a tough blow, and I was angry with God for letting this happen. If this meant that my life was ending, I would accept that. But this end was not what God had in store for me. Instead, He blessed me tremendously, opening a mission door to help others.”

 

 

 

 

Ramsey is fulfilling acts of service with the Cancer, Care, and Compassion group. This team meets twice a month to evaluate how they can serve cancer patients more effectively. One of their projects is making care packages for cancer patients. "We made blankets and gave them to friends and family battling cancer,” Ramsey said. “But we wanted to do more. The team decided to make blessing bags filled with inspirational and comforting gifts. We took them to the infusion center in Auburn and another center in Roseville."

The web of recipients has continued to grow through the group’s efforts. There was a chance meeting with a store manager who was wearing a cancer ribbon for his mother-in-law, and a cancer nurse navigator from Sutter was thrilled to take 24 blessing bags for their children’s cancer center.

“The group has received a stack of thank you letters for the bags they have given,” said Pastor David Resendes. “This has become a very rewarding mission, helping many different people. Jesus said that when we help others, we help Him. That is the goal of the Cancer, Care, and Compassion ministry.”

____________________

By Ken Miller

 

Vivir con cáncer crea una misión

Pam Ramsey, miembro de la iglesia de Roseville, comparte su peregrinaje: «En octubre de 2014, fui a hacerme la mamografía anual. Unos días más tarde, recibí una llamada del médico diciéndome que tenía cáncer de mama. Acababa de retirarme de la enseñanza un año antes y estaba disfrutando de una buena vida con mis hijos y nietos. Fue un golpe duro. Estaba enojada con Dios por permitir que eso sucediese. Si eso significaba que mi vida estaba terminando, lo aceptaría. Pero eso no era lo que Dios tenía reservado para mí. Al contrario me bendijo tremendamente, abriendo una puerta misional para ayudar a otros».

 

 

 

 

Ramsey está cumpliendo actos de servicio con el grupo Cáncer, Cuidado y Compasión. Ese equipo se reúne dos veces al mes para evaluar cómo pueden atender a los pacientes con cáncer de manera más efectiva. Uno de sus proyectos es hacer paquetes de atención para pacientes con cáncer. «Hicimos mantas y se las dimos a amigos y familiares que luchan con el cáncer», dijo Ramsey. «Pero queríamos hacer más. El equipo decidió hacer bolsas de bendición llenas de regalos inspiradores y reconfortantes. Los llevamos al centro de infusión en Auburn y a otro centro en Roseville».

La red de destinatarios ha seguido creciendo gracias a los esfuerzos del grupo. Hubo un encuentro casual con el gerente de una tienda que llevaba una cinta de cáncer por su suegra, y una enfermera coordinadora de cáncer de Sutter estaba encantada de llevar 24 bolsas de bendición para los chicos del centro de cáncer.

«El grupo ha recibido una pila de cartas de agradecimiento por las bolsas que han dado», dijo el pastor David Resendes. «Se ha convertido en una misión muy gratificante, ayudando a muchas personas. Jesús dijo que cuando ayudamos a otros, lo ayudamos a él. Ese es el objetivo del ministerio de Cáncer, Cuidado y Compasión».

____________________

Por Ken Miller